“El cielo de la selva” de Elaine Vilar Madruga; una fábula sobre la maternidad terrorífica y un dios ambicioso, la selva

“A la selva hay que darle de comer 

para que se esté tranquila”.

El cielo de la selva

La madre naturaleza puede ser inmensamente bondadosa pues es dadora de vida y proveedora de alimento, pero si no se cumplen sus ritos puede convertirse en una entidad terrible y cruel, que con un suspiro te arrebata todo lo que te ha dado. A partir de esta fábula, en la novela El cielo de la selva de Elaine Vilar Madruga se construye una distopía que tiene como eje central una maternidad terrorífica que es producto de un entorno mezquino. Originalmente publicada en 2023, Elaine Vilar nos regala esta novela magistral que es un grito de furia contenida a través de los años en los cuerpos de las mujeres. Y como ella dedica al inicio del libro: « Para mis bisabuelas, que parieron demasiado.Y para mis tías, que decidieron no parir ».


RESEÑA

La novela El cielo de la selva es sobre una madre tenebrosa y un dios ambicioso, donde la selva se convierte en un espacio onírico que produce el terror latinoamericano de la familia. En sus páginas encontraremos una polifonía de varios personajes. Entre ellos, seguiremos los pasos de La Vieja y sus dos hijas, Santa y Ananda, quienes escapan de realidades violentas y de narcotráfico para adentrarse en la profundidad de la selva. Ahí atravesarán otro tipo de peripecias; unas más sobrenaturales.

En esta travesía selvática, las protagonistas encuentran una hacienda abandonada. Al principio, se alimentan de ratas hasta que la selva comienza a otorgarles alimento. Sin embargo, el terror ocurre cuando el precio a pagar por una vida tranquila será parir y sacrificar a sus hijos. A pesar de que este dios pareciera ser caprichoso al pedir sacrificios cada que su cielo se tiñe de rojo, no es peor que una sociedad de violencia y opresión femenina. A través de la fábula, es una crítica a la imposición de la maternidad, al desecho de las mujeres cuando envejecen o deciden no ser madres, y al papel meramente sexual de los hombres. Y aunque el padre, Lázaro, está presente en cuerpo, no lo está en espíritu. La pregunta es: ¿una sólo es útil mientras siga menstruando? Como la voz de Santa nos cuenta en las páginas de El cielo de la selva:

« El dolor le taladraba un hemisferio del cráneo y el borde del ojo, pico y pala en el borde del ojo, pico y pala en el hemisferio derecho. El dolor de siempre que estaba con ella desde que dejó de sangrar, desde que ya no paría, desde que Lázaro decidió quedarse en la terraza y no en la cama a su lado, quizás porque ya no era joven y no sangraba, quizás porque la ausencia de sangre desenmascaraba un olor a vieja que Santa no podía identificar, pero Lázaro sí ».

Libro “El Cielo de la Selva” de Elaine Vilar Madruga

Mientras la selva es la humanidad, una sociedad deseosa de niños que pronto se convertirán en producto de un sistema, cada personaje en El cielo de la selva es la fábula de un imaginario colectivo. Entre los personajes tenemos: La Vieja que es la abuela, ha dejado de parir pero dentro del caos siente un instinto por cuidar a sus hijas y a los niños; Santa, la madre colérica que es infeliz de tanto parir para la selva; Ananda, la loca que decide no tener hijos; Lázaro, la masculinidad, un buitre al acecho y procreador, la mano que empuña el cuchillo para matar a sus hijos; Romina, la puta que trae la selva, la madre joven; Ifigenia, la adolescente que comienza a descubrir su sexualidad, la juventud que quiere romper la rueda cíclica de sacrificios; y los niños, la voz colectiva de la inocencia.

En pocas palabras, es un cambio de roles. Y como la autora comenta en entrevistas, El cielo de la selva es una novela que cuenta el relato de la madre no desde su inmaculación, sino desde el dolor y la furia. Y aunque las cosas están cambiando a paso lento, aún a las mujeres, y en específico a las madres, se nos exige demasiado. Entre todo, se nos exige sacrificio y no sentir: « Cuando había pan era del hijo. Si había arroz era del hijo. Para la madre nada. Las madres nada merecen tener y ella se había cansado de eso, del hijo y de su peso, de su pobreza heredada, de ser mujer y del derecho al hambre que no le permitían sentir ».

En el multiverso de El cielo de la selva lo onírico funge como artilugio para proyectarnos imágenes nítidas y una lectura sensorial, casi igual que estar mirando una película, ya que la narrativa de la autora logra describirnos cada episodio a detalle. Este último elemento sirve para meternos en una atmósfera fantasiosa, grotesca y de suspenso. Aunque no todo es caos y furia. En este mundo salvaje encontraremos un destello de esperanza en la sororidad. A través del personaje de Romina, el orden y la rueda cíclica se verán transgredidos: « Con el paso de los meses la sentía mi hermana. Dos mujeres en la selva terminan siendo sangre de la misma sangre, porque a ambas nos corría el cielo de la selva por las venas ».

En lo personal, fue una lectura catártica y transgresora, un revoltijo de emociones y un terror que nunca había experimentado en una obra literaria. El cielo de la selva pertenece a la narrativa que desmitifica el relato hegemónico de la maternidad, y en este caso, desde lo onírico y el enojo contenido. De ahí su singularidad y maestría. Inclusive, fue difícil escribir esta reseña ya que consideraba que cualquier cosa que redactara se quedaría demasiado corta para lo que es esta fascinante novela. Y así lo es.

A El cielo de la selva le he otorgado un 5 estrellas de 5 y considero que es un libro que tienes que tener en tu estante. Como dato extra, otro libro al que le dimos 5 estrellas y que también trata el terror contemporáneo es Un lugar soleado para gente sombría de Mariana Enríquez, sobre el cual ya puedes encontrar la reseña en el blog.

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Calificación:

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Puntuación: 5 de 5.

Ahora que la libertad está frente a tus ojos, cuánto pesa.

En el fondo, nunca has sido tan jíbara. En el fondo, te acostumbraron a la cárcel, te llamaron Ananda,

te dijeron loca, te mataron a un hijo y te dieron agua a veces.

El cielo de la selva, Elaine Vilar Madruga

Datos De la autora

Elaine Vilar Madruga es una escritora de La Habana, Cuba (1989). Es narradora, poeta, dramaturga y profesora de escritura creativa. Estudió Arte Teatral con especialización en Dramaturgia por el Instituto Superior de Arte de Cuba (ISA). Su obra ha sido editada en varias antologías a lo largo del mundo. Entre sus obras publicadas se encuentran: su libro de cuentos Culto de acoplamiento (2015); sus novelas La tiranía de las moscas (2021) y El cielo de la selva (2023).

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Por Cleo

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